Reflexiones del proceso de Magdalena Cosco y Valentina Bidart.
Aproximadamente a sus siete años Magdalena llega al «Espacio de Desarrollo Armónico» por primera vez, en compañía de su mamá, con la inquietud de aprender a danzar, pero sobre todo con la intuición de encausar a través de la Danza todo el potencial que Magdalena ya traía. Es ahí que se da nuestro encuentro en las aulas de Danza Contemporánea para niñas y niños, e inicia un vínculo desde la Danza que trasciende los marcos, y que va acompañando el entramado de lo que es todo un proceso de florecimiento de vida, para todas las personas que vamos formando parte de este «Somos».
Magdalena tiene hoy 22 años y además de cosechar muchos otros frutos por su entrega, dedicación y amor, continúa danzando en los grupos más avanzados de danza, cursa la «Licenciatura en Danza de la Facultad de Bellas Artes» y bailó en el primer espectáculo inclusivo del «Ballet Nacional del Sodre», deleitándonos con su arte.
Compartir vida y camino con Magdalena es transformador y enriquecedor para todas y todos quienes tenemos el privilegio de ser testigos del proceso individual y protagonistas del proceso en red, entrelazando nuestras tramas, acompañándonos y potenciándonos, más sobre todo abriéndonos la consciencia y el corazón. Al día de hoy Magdalena es una amiga, compañera, colega, pareja de creaciones y proyectos, y mutuamente habilitadoras de experiencias, caminos y afectos. Entretejiendo nuestras historias y siendo testigos Danzando, de cómo nos vamos convirtiendo en quienes estamos llamadas y llamados a Ser… paso a paso, lluvia a lluvia, sol a sol. Acompañando nuestro florecer somos inspiración que nos recuerda el potencial del árbol que siempre estuvo en la semilla. Y nos aportamos un mensaje… Que cada semilla avanza en su ciclo y germina gracias a una misteriosa interconexión y profunda retroalimentación, de todo un ecosistema que actúa en colaboración, generando las condiciones adecuadas para la expresión variada y creativa de la Vida.
Viajando a la aventura del paisaje
La naturaleza nos cambia el punto de encaje
Me acuerdo que cuando comencé a bailar, tenía 7 años y fui al Espacio de Desarrollo Armónico. Conocí a Valentina y ahí fue como un lugar que encontré para bailar danza contemporánea y conocí amigas y amigos nuevos. Es un grupo generoso y amigable.
Toda mi infancia siempre quise bailar. De niña me gustaba mucho bailar. Es mi pasión, mi sueño y pude seguir adelante.
Con Valentina tenemos algo en común. Tenemos un vínculo especial y una conexión.. Amo trabajar con Valentina. Me encanta.Porque Valentina es un sol. Cuando bailamos con Valentina nos transmitimos emociones, energías y sentimientos.
Bailar se siente bien.
Me hace bien bailar.
Nos hace sentir felices y libres.
Para el video con la música de Luciano Supervielle estuvimos recorriendo y Valentina iba anotando las ideas. Luciano nos dejó crear con esa canción y la música se llama Florecer Criollo porque nuestro baile es algo que vamos a florecer.
Mi hermana y su equipo van a dirigir y van a contar lo que bailamos de lejos y de cerca. Mi hermana eligió el vestuario, nos peinamos, nos maquillamos y es un proceso y esta investigación que estuvimos armando con Valentina surge de un mapa conceptual. ¿Por qué le pusimos ese nombre? Porque cuando conocimos los lugares que nos indicaba Valentina para el video fuimos viendo un mapa del tesoro. Nuestra coreografía es un mapa del tesoro. Y vamos a romper el cascarón del huevo y mostrar nuestra creación.
Vamos a seguir trabajando juntas. Vamos a seguir construyendo más proyectos de baile y más etapas.
Valentina y yo somos arte.
Reflexiones de Magdalena Cosco
Valen y Magda comparten su creación en un video dirigido por Mercedes Cosco, con la música de Luciano Supervielle.
Estreno en el Festival de Economía Inclusiva
26, 27 y 28 de mayo.